Fotografía: Lionel Vega

Por: CHLOE MOORADIAN

Bailar es siempre algo que me ha encantado ver, así que estaba emocionada … y también un poco cohibida. Claro, muchas personas sienten un poco de vergüenza de bailar en público, pero a mí lo que más me preocupaba es que soy el tipo de persona a la que le cuestan las cosas nuevas e intenta ir sobre seguro. No estaba segura de si esta clase (o cualquier clase de baile) me iba a gustar.

Pero al final, lo que conseguí de esta clase fue no sólo divertirme (aunque hubo mucho de eso, también). Después de 16 semanas de clases de baile, había aprendido más de 20 bailes diferentes … y una cantidad sorprendente de lecciones de vida sobre cómo ser buena pareja. Porque, como seguramente hayas oido, para bailar hacen falta dos. Así que mientras, sí, aprendí los pasos, también aprendí a comunicarme mejor en las relaciones románticas.

1. No tengas miedo a que el otro te lleve

Si las mujeres en la clase empezaban a llevar el baile, nuestra instructora venía y nos daba golpecitos en el hombro. Nos recordaba amablemente que la parte nuestra del baile era confiar en nuestra pareja, que lo iba a hacer bien. A menudo nos alentaba a no tener miedo a dejar que él llevara el ritmo y a ver qué sucedía.

No voy a mentir, nuestro instructor tuvo que venir a tocarme un par de veces en las primeras semanas. Es difícil para un tipo A, una persona de mentalidad de liderazgo como yo, aprender el papel de seguidor. Te hace sentir ciega, de alguna manera, a lo que viene a continuación, y un poco vulnerable. Pero en el baile, y en nuestras relaciones con nuestro otro significativo, es bueno dejar adrede que el hombre tome la iniciativa, y disfrute de la danza, también.

2. Poner límites es algo bueno

Las danzas que aprendimos tenían un paso estándar y un estilo rutinario en el que se suponía que debían realizarse. Mientras bailé dentro de esas directrices, todo fue como la seda. Porque ambos sabíamos qué esperar del otro; hubo menos colisiones en la pista de baile y menos pies doloridos.

Al igual que las reglas del baile son importantes en el baile, los límites en una relación fomentan la salud y la autoestima. No tengas miedo de establecer límites físicos, mentales y espirituales dentro de tu relación, también. He encontrado que mi relación es mucho más fluida cuando tanto mi prometido como yo sabemos las expectativas de cada uno y los límites personales.

3. La comunicación es la clave

Cada danza que aprendimos tenía tres “puntos de conexión”: la mano del hombre sobre la espalda de la mujer, la mano de la mujer en el hombro del hombre, y las manos del hombre y la mujer juntas en la posición estándar de baile.

Si no hubiera puntos de conexión y tensión entre esos tres puntos de conexión, no habría manera de que la mujer pudiera saber adónde el hombre está tratando de guiarla en el baile. En las relaciones románticas, si no hay puntos de conexión regulares en la forma de comunicación, puede resultar la misma confusión que en la pista de baile.

4. La paciencia es muy necesaria

Nadie en mi clase de baile era bailarín profesional. Muchas veces mi compañero de baile  y yo nos echábamos a reír durante una canción porque no podíamos encontrar los ritmos adecuados. Muchos pies dolían no sólo por el baile, sino también por los pisotones.

Pero estaba bien. Porque la paciencia era algo que a todo el mundo se le pedía que trajera a cada clase. En una relación, la misma virtud es necesaria. Nadie tendrá la relación perfecta. Pero puedes aprender a ser mejor en la danza de las relaciones románticas con paciencia … y mucha y mucha práctica.

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