PUBLICADO POR: Jossselinvarela
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Salsa significa ‘aderezo’ en español, popularmente se ha adoptado como una palabra asociada metafóricamente con el sabor, la alegría y la fuerza de la vida.

En 1933, el músico cubano Ignacio Piñeiro utilizó por primera vez el término, en un tema de son cubano titulado «Échale salsita».
A mediados de los años 40, el cubano Cheo Marquetti viaja a México. De regreso en Cuba, con influencia de las salsas picantes para la comida, le da ese nombre a su agrupación: Conjunto los Salseros, con quienes grabó un par de discos para la Disquera Panart y Egrem.

La autora de música Sue Steward afirma que la palabra fue originalmente usada en la música como “una forma de apreciación para un picante particular o un solo rápido, viniendo a describir un género de música específico de la mitad de los años 70, cuando un grupo de músicos latinos de Nueva York, comenzó a examinar los arreglos de las grandes bandas clásicas populares del mambo de los años 40 y 50”. Ella menciona que la primera persona que usó el término salsa para referirse a este género musical fue un disc-jockey de radio venezolano de nombre Phidias Danilo Escalona, quien emitía un programa radial matutino llamado La hora de la salsa en el que se difundía la música latina producida en Nueva York como una respuesta al bombardeo de la música rock en aquellos días (la beatlemanía). Era la hora del almuerzo, del aderezo, del sabor, y por supuesto, del son cubano, el guaguancó, la guaracha y el montuno.

Es hasta los años 70 cuando se dio el boom de la palabra salsa como definición al género musical, por el surgimiento de la famosa orquesta Fania All-Stars, dirigida por el dominicano Johnny Pacheco quien ―junto al desaparecido abogado Jerry Masucci― fundarían el importante sello salsero Fania Records.

Ed Morales menciona que la palabra salsa se le asigna al tiempo que una banda incrementa para poner a los bailarines en una parte alta, para agradecer un momento musical y expresar un tipo de nacionalismo cultural, proclamando el calor y sabor de la cultura latina.

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Orígenes y evolución

En los años 30, los septetos y sextetos (que solo usaban bongó) eran muy populares en Cuba. Cuando Gerardo Machado prohibió el uso del bongó, las charangas (que solo usaban timbales) se popularizaron, llegando a presentarse algunas agrupaciones en Estados Unidos. La censura fue levantada en los finales de los años 30 y los bongos fueron utilizados nuevamente.

Cerca de 1940, el Conjunto Llave de Rafael Ortiz introdujo las tumbadoras o congas en una orquesta, instrumentos que anteriormente solo se usaban en música folclórica afrocubana. Arsenio Rodríguez popularizó el uso de las congas al integrarlas a su conjunto, introduciendo el son montuno a nivel comercial. La integración de las tumbadoras y bongos en los conjuntos que tocaban son montuno sería una de las fuentes fundamentales de la instrumentación de orquestas de baile.

En los años 40, Machito le agregó trombones al son montuno y a la guaracha, estas innovaciones influenciaron a músicos como José Curbelo, Benny Moré, Bebo Valdés. Mario Bauza, director y arreglista de la orquesta de Machito Los Afro-Cubans, está considerado el padre del jazz afrocubano. En su álbum Tanga de 1943 fusionó la música afro-cubana con el jazz.

La influencia del jazz afrocubano y del Mambo de Dámaso Pérez Prado en 1948 determinó que se introdujera el saxofón en las orquestas de son montuno y guaracha. Enrique Jorrín en 1955 le agrega trompetas a las orquestas de charanga que hasta ese momento solo usaban violín y flauta.

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En los años 50, la música bailable cubana, como el son montuno, mambo, la rumba y el chachachá, fueron la corriente principal de música en los Estados Unidos y Europa. En la ciudad de Nueva York, el estilo cubano de las bandas fue formado fundamentalmente por músicos cubanos, puertorriqueños y dominicanos. Como ejemplo, podemos mencionar a Machito, Tito Rodríguez, el director catalán Xavier Cugat, Johnny Pacheco y Tito Puente.

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Fuera del círculo de Nueva York, grupos como la Orquesta Aragón, la Sonora Matancera y Dámaso Pérez Prado y su mambo lograron una importante proyección a nivel internacional. El mambo fue influenciado por el jazz afrocubano y el son, las grandes bandas de este género mantuvieron viva la larga tradición del jazz dentro de la música latina, mientras los maestros originales del jazz se limitaban a los pequeños espacios de la era del bebop.

En 1969 Juan Formell introduce el bajo eléctrico en los conjuntos soneros de Cuba.

El cuatro puertorriqueño fue introducido por Yomo Toro en la orquesta de Willie Colón en 1971 y el piano eléctrico en los años 70 por Larry Harlow.

La música latina interpretada en Nueva York desde 1960 fue liderada por músicos como Ray Barretto y Eddie Palmieri, fuertemente influenciados por ritmos cubanos importados como la Pachanga y el chachachá. Después de la crisis de los misiles de 1962, el contacto cubano-estadounidense decayó profundamente, el resultado fue el crecimiento de la influencia puertorriqueña en la salsa del Nueva York de los años 70.

La comunidad puertorriqueña de Nueva York, llamada por los estadounidenses nuyoricans, se hizo del liderazgo de la música latina, aunque siempre influenciada por la música de reconocidas celebridades cubanas como Miguelito Valdés, Machito, José Curbelo, Chano Pozo y Arsenio Rodríguez.